7/30/2012

EXEMPLES PRETÈRITS





Desde mayo del 68, como si no hubiésemos oído la campana que anunciaba el final del recreo, continuamos en perpetuo estado de insurrección. Nuestra revolución vibraba con esa rebelión sin reservas. Tanto en invierno como en verano, nosotros nos calentábamos con combustibles de primavera y adoquines. Y nuestras sediciones nos parecían eternas, en el acoso sin piedad a la claudicación y al tedio. Ni interpretación ni maquillaje. Éramos sinceros hasta las últimas consecuencias de nuestros sueños incendiarios.

Jann-Marc Rouillan